Luis Fortin es el fundador de MISION SEMBRAR,  una organización cristiana con sede en Tegucigalpa, Honduras. Dedicada a la proclamación del Evangelio en los centros hospitalarios, colegios públicos, la radio, internet y medios impresos para que muchos puedan conocer a Jesucristo como su Salvador personal, y motivar a los que ya son creyentes a cultivar una relación más profunda con Cristo.

 

Nuestra misión es Sembrar palabras de aliento, oración y enseñanzas practicas basadas en la Palabra de Dios para el diario vivir, animando al creyente a cultivar una relación más profunda con Jesucristo.

Debemos en muchos aspectos re-definir lo que significa para nosotros compartir a Cristo. Ir más allá de predicar la verdad como un concepto teológico para llegar a otros. Cuando la Palabra viva y eficaz sea una verdad experimental en nuestra vida y obre en nuestras relaciones con los demás, de hecho, estaremos compartiendo a Cristo. La Biblia a menudo puede ser estudiada y proclamada elocuentemente detrás de un púlpito con un mínimo de impacto. Pero cuando la Palabra de Dios se internalice en nosotros y nos convierta a cada uno en epístolas vivientes, ¡llevaremos con nosotros la autoridad y el poder de Dios que impactará vidas!

"siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón." 2 Corintios 3:3 [RV60]

Los enfermos que se hallan recluidos en los centros hospitalarios sobre todo los crónicos y con enfermedades terminales, son personas que, con temor e incertidumbre han emprendido un viaje tormentoso y solitario. En su lecho, ellos anhelan que alguien les atienda, les consuele, les muestre verdadero interés y les aliente para afrontar con fe y valentía su angustiosa travesía. No es fácil para quienes se encuentran en esta situación. Hay mucha incertidumbre, mucho dolor, tristeza, ira, frustración y resentimiento.

Nuestro buen amigo y hermano en Crsito

Virgilio Peña y yo, compartimos el gozo de visitar a los enfermos provenientes del interior del país, que se hospedan en la Fundación cristiana llamada "Casa David" de esta ciudad capital, con el propósito de sembrar la buena semilla de la Palabra de Dios en cada corazón;

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Recordemos que la enfermedad es un camino doloroso y difícil para quien la sufre, en ocasiones el diagnóstico es alentador y curable pero en otras, es irreversible hasta esperar la muerte. Por ello, permítase el ser utilizado por Dios. Será de gran ayuda para el enfermo estar en compañía de quienes se interesan genuinamente por ellos. El mensaje de la Palabra de Dios, aliviará su tristeza y dolor tanto o más que un calmante. Sea cual fuere el bien que hagamos a los demás, en realidad es Cristo quien lo hace por medio de nosotros.¡A Él sea toda la honra y gloria por los siglos de los siglos! Amén.

Algunos creyentes piensan que pertenecer a una iglesia es algo simplemente opcional, o que disfrutar en Internet un servicio de adoración es suficiente para no necesitar congregarnos.    Pero, ¿qué nos enseña la Biblia al respecto? ¿Cuál es nuestra responsabilidad como miembros de la iglesia?

La iglesia es la comunidad de creyentes que componen el Pueblo de Dios, unidos a Dios por el sacrificio de Cristo, y unidos entre ellos por el Espíritu Santo. No es un edificio, ni una asociación de personas.

Es el cuerpo de Cristo (Rom. 12:4-5; 1Cor. 10:17),

la novia del Cordero (Apoc. 2:19; 2 Cor. 11:12),

la familia de Dios  (2 Cor. 6:18; Gal. 6:10).

Y tiene la garantía de que las puertas del infierno no prevaleceran contra ella (Mat. 16:16-18).      Ya que Cristo tiene tal amor por su iglesia, uno pensaría que todo aquel que se dice cristiano amaría también a la iglesia.  Pero no siempre es así. De hecho, hoy en día, asistir regularmente a la iglesia  segun algunos, está cada vez más "pasado de moda".

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Los “brincadores de iglesias”

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Son hermanos que van de iglesia en iglesia, siempre buscando una que satisfaga sus necesidades. Se caracterizan por ser críticos de las iglesias locales que visitan. En la mayoría de los casos les gusta ayudar pero no comprometerse. Y al poco tiempo se retiran porque "los hermanos no eran lo suficientemente amables", o "el pastor no los visitó con frecuencia", o "el ministerio de jóvenes no era muy bueno", o "la predicación era con frecuencia aburrida". Así que se retiran a buscar otra iglesia que cumpla con "sus requisitos". Siempre andan buscando la iglesia perfecta. El problema es que nunca la hallaran.

 

La iglesia perfecta no existe, o al menos, no la que están buscando. Los cristianos nos hemos vuelto bastante demandantes en busca de una iglesia local. Rara vez reflexionamos en lo que podemos aportar como miembros. Más bien, en lo que podemos recibir.

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La iglesia es lo más precioso en la tierra. Es el rebaño de Dios, comprada con la sangre preciosa de Cristo. No hay ninguna institución en el mundo más valiosa que ella: ni la familia, ni los negocios, ni el gobierno. Hay muchas causas dignas en el mundo que merecen nuestro apoyo. Pero ninguna causa terrenal debe usurpar nuestro compromiso con la iglesia por la cual Cristo murió. 

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Damos gracias al Señor por la oportunidad que nos da para continuar un año más proclamando el Evangelio a los jóvenes del Instituto Jesús Aguilar Paz de Comayagüela juntamente con nuestro amado hermano Virgilio Peña. Labor a la que se han incorpado el hermano Pedro y su esposa Silvia de la iglesia Impacto de esta ciudad capital. ¡Damos gracias a Dios por sus vidas y su deseo de compartir a Cristo! Para el apóstol Pablo, cumplir con el mandato de predicar el evangelio, era el asunto más importante, urgente e imperativo de su vida, pues había recibido la visión de que la fe cristiana debía difundirse a través del mundo conocido de su época.

 

Nosotros creemos hoy en Cristo, porque personas como Pablo fueron fieles a su misión. Hoy más que nunca, ante el inminente regreso de nuestro Señor Jesucristo, debe ser de vital importancia para el verdadero creyente, difundir de manera clara, urgente e irresistible, las Buenas Nuevas de Salvación. Hoy en día la mayoría de las personas no conoce a Cristo. Es bastante probable que hablar a otros acerca del arrepentimiento y perdón de pecados, nos cause inconvenientes, rechazo, burla o incluso persecución, pero predicar el Evangelio es la responsabilidad más importante que se ha dado a la iglesia. Así que, manténgase preparado, animoso y sensible a las oportunidades que Dios le dé para contar a otros las Buenas Nuevas de Salvación y Vida Eterna en Cristo Jesús.

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