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ANDAR EN LA LUZ

mié, 15 jul

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Misión Sembrar 🌻

¿En qué aéreas se siente más tentado? Nuestra tendencia carnal, el mundo que nos rodea y las fuerzas de Satanás buscan alejarnos de las decisiones correctas. Pero nuestro Padre Celestial vela por nosotros. Sabe a qué nos enfrentamos, y nos provee la forma para salir triunfantes.

Gracias por su atencion. Esperamos haya sido de bendicion para su vida.
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¡Sembrando la buena semilla!

15 de jul de 2020, 1:00 p. m. – 11:45 p. m.

Misión Sembrar 🌻

Acerca del devocional

“Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos” (Efesios 5:3) 🕊

En 2010, Raúl y su esposa Cristina celebraron su primer aniversario. Ese mismo año, y en un día soleado Raúl subió a su auto: un BMW Serie 1 2010, color negro, techo descapotable, con una caja de cambios que no se hace sentir y un propulsor tan suave en la aceleración.

Ese día, Raúl bajo la capota del carro y se desplazo a través de Collins Avenue en Miami Beach. Aunque no era su intención salir en su flamante vehículo a mirar jovencitas, noto a una en especial a dos cuadras de distancia, al lado izquierdo de la acera. Ella venia trotando en sostenes deportivos y pantalones de licra a largo de la acera. Fijo la vista en aquella rubia a medida que se acercaba. Y cediendo a su instinto lujurioso, atraído y seducido por sus malos deseos (Santiago 1:14), voltio la cabeza tanto como pudo para captar cada movimiento sensual de aquella mujer.

Y de pronto... ¡bum! Su BMW había chocado con otro vehículo que se detuvo repentinamente frente a él en plena avenida. Afortunadamente, Raúl se conducía a solo veinticinco kilómetros por hora en medio del congestionado tráfico, pero la pequeña colisión destrozó la defensa delantera de su auto. Avergonzado, bajo ddel coche sin poder ofrecer al otro conductor una explicación satisfactoria.  Cuando regreso a casa, Raúl no quiso decirle la verdad a Cristina su linda esposa. Esa noche, decidió contarle otra versión del desafortunado accidente aquella mañana en Collins Avenue. “Mira”, le dijo Raúl;  “había mucho tráfico, solo me incline para cambiar la estación de radio que estaba escuchando y de inmediato supe que había chocado con otro vehículo. ¡Por suerte no hubo heridos!”.

Lo cierto es, que Raúl no quiso admitir  que necesitaba hacer cambios radicales en su forma de mirar a las mujeres. Estaba robándole a su esposa Cristina la mujer de su Pacto, la plena y exclusiva devoción. Su hábito lujurioso dictaba sus acciones aun a costa de su propia vida y de su matrimonio. La propensión manifiesta y reiterada de un hábito pecaminoso, puede arruinar nuestra vida sino prestamos cuidadosa atención.

Las tentaciones inician muy sutilmente. Una mirada casual se convierte con rapidez en una mirada libidinosa. Ceder a la tentación por pequeña que sea puede parecernos intrascendente, pero una vez que cedemos a nuestros malos deseos, ese hábito pecaminoso va adquiriendo mayor fuerza en nuestra vida y nuestra capacidad para resistir se debilita. Si los ojos errantes, los pensamientos impuros o las adicciones sexuales son aspectos que tienen que ver con su vida personal, el Señor espera que Usted haga algo al respecto.

En su carta, Santiago dice que, cada uno es tentado cuando nuestros malos deseos nos arrastran y seducen. (Sant. 1: 12-18) Por lo tanto, el problema está dentro de nosotros. Aunque ser tentado no es pecado, ceder a la tentación sí lo es. Cuando nos detenemos en un pensamiento pecaminoso, la idea se afianza en nuestra mente y alimenta nuestros deseos. Al darle más atención, el deseo carnal progresará hasta hacernos caer. Seamos honestos, todos tenemos puntos débiles. Pero cuando los reconocemos y los sometemos al Señorío de Cristo, nos lleva a tener una relación más profunda con El.

Un cristiano maduro, decide con antelación resistir la tentación al recordar las normas bíblicas. En Proverbios 6:28 leemos: “¿Andará el hombre sobre brasas Sin que sus pies se quemen?” Un creyente sabio evita dar lugar a la tentación y opone resistencia motivado por agradar a Dios y basado en el compromiso de obedecerle. Además, la Biblia enseña que Dios ha puesto un límite a la tentación. (1 Cor. 10:13).

Ninguna defensa contra la tentación será efectiva sin el estudio de la Palabra de Dios. Solo de esta manera, nos mantendremos fortalecidos y capacitados para apagar los dardos de fuego de Satanás. La inmoralidad ha entrado en nuestros hogares a través del internet, la música, y la televisión. En una sociedad que busca gratificar los deseos en formas que ofenden la santidad de Dios, necesitamos hombres y mujeres creyentes de honor y pureza, hombres y mujeres cuya mente y corazón  estén enfocados en Cristo, “irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandezcan como luminares en el mundo;” (Fil. 2:15)

Todo  el que recibe a Cristo como su Salvador personal, es rescatado del dominio de las tinieblas y trasladado a su reino de luz (Colosenses 1:13) Ahora, nuestra responsabilidad como nuevas criaturas es andar como hijos de la luz, haciendo lo que agrada al Señor. No estamos solos en nuestra lucha contra el pecado que mora en nosotros. Dios ha provisto todo lo que necesitamos para no perder el rumbo, y su Palabra es lámpara que alumbra, nos guía y protege  de caer en la oscuridad del pecado. (Salmo 119.105).

Las personas a nuestro alrededor deben notar en nosotros una diferencia por la forma en que vivimos, pensamos y actuamos. Como embajadores de Cristo estamos llamados a proclamar la grandeza de Aquel que nos llamo de las tinieblas a su luz admirable (1 Pedro 2:9). ¿No cree que ya sea hora? 🙏

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