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CUANDO HACEMOS ACEPCIÓN DE PERSONAS

vie, 31 jul

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Misión Sembrar 🌻

Es claro que la misericordia de Dios se extiende para todos, Pero, por alguna razón, nos segmentamos de maneras que perpetúan la idea falsa de que las categorías son importantes. Pero la verdad, es que lo que nos une como creyentes es mucho más grande y profundo que lo que nos separa.

Gracias por su atencion. Esperamos haya sido de bendicion para su vida.
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CUANDO HACEMOS ACEPCIÓN DE PERSONAS
CUANDO HACEMOS ACEPCIÓN DE PERSONAS

¡Sembrando la buena semilla!

31 de jul de 2020, 1:39 p. m. – 11:44 p. m.

Misión Sembrar 🌻

Acerca del devocional

“Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis; pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores.” (Santiago 2:8-9) 🕊

Puede sonar un tema bastante gastado, es posible que lo sea.  Pero lo cierto es que hay personas a las que no les gusta relacionarse con otras personas. Les espanta la idea de tener que vivir con gente a su alrededor. Bueno, en realidad no debería ser una conmoción demasiado grande. Si Usted es una especie de “llanero solitario”  sabía que iba a tener que lidiar con gente desde que entro a la escuela y si es cristiano, espero que no sea como aquel misionero que escribió una carta a su familia: “la obra de Dios aquí es maravillosa, con la excepción de estos molestos nativos.”

Tal vez Us diga: "No es que sea un antisocial, soy de pocos amigos y me gusta contarlos con los dedos de mi mano" Bueno es razonable, Por supuesto que todos somos selectivos. Usted tiene derecho a escoger sus propios amigos, tener amigos cercanos es saludable y conveniente. Somos atraídos hacia otras personas porque nos podemos comunicar con ellos, hay particularidades e intereses afines que nos unen como un pasillo conecta dos habitaciones. De modo que, no resulta tan improcedente como podría parecer. Los amigos conectan, pues disfrutan de las cosas que tienen en común.  Sencillamente se atraen unos a otros.  La amistad es algo por lo que debemos dar gracias a Dios y  debemos cuidar y valorar. Pero Santiago dice: “Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas.” (Santiago 2:1) 

Entonces, ¿de qué está hablando Santiago? ¿Es que acaso Santiago está en contra de la amistad? Santiago está hablando de algo más que de sentirse atraído hacia ciertas personas, miremos todo el conjunto en la carta de Santiago 2:1 al 13.

Bien, en la lectura bíblica anterior, nos encontramos con una dramática realidad de la iglesia durante del primer siglo. En aquellos días, los ricos eran muy ricos y tenían todos los derechos y los pobres eran muy pobres y tenían muy pocos derechos. En los versículos  6 y 7 hayamos un cuadro muy triste a la luz de aquellos tiempos. Los préstamos de dinero estaban a la orden del día y los intereses eran altísimos, y en el caso de incumplimiento del pago de la deuda, existía la costumbre del arresto sumario, la cual establecía que si un rico acreedor hallaba en la calle a un pobre deudor, el acreedor podía echar mano del menesteroso tomándolo por el cuello y arrastrarlo hasta la corte de justicia. Por esa razon, los pobres tenían un temor reverente hacia los ricos, pero entonces vino el señor y trastoco todo el sistema social imperante.

Imagine que un hombre inmensamente rico vestido con ropaje de seda y anillos en sus dedos entrara al servicio de la iglesia en aquellos días y se sentara junto a un esclavo o peor aún, que un esclavo estuviera a cargo del servicio. Probablemente esto era lo que ocurría dentro de la iglesia del primer siglo, los creyentes pobres solían inclinarse ante ellos y se mostraban serviles por el hecho de que eran ricos. Por eso Santiago les escribe diciendo: “Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida, y también entra un pobre con vestido andrajoso, y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado; ¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos? ” (Santiago 2:2-4) Así que,  si Usted es del tipo de personas que le gusta hacer distinciones, el cristianismo nos ha reducido a todos a un denominador común.

¿Se acuerda de Jonás? El era la clase de hombre que oraba de este modo: “¡Señor, envía obreros a tu mies, y un gran avivamiento. Y que esté avivamiento comience en mí!” lo que es una oración bastante hermosa y tremendamente espiritual. Pues bien, Dios enviaría ese avivamiento así que, dijo a Jonás: “Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y proclama en ella el mensaje que yo te diré.” (Jonás 3:2) Sabemos cómo reacciono Jonás: ¿A Nínive? Pero Señor, son paganos, enemigos políticos, ¡nunca les hablare!” Jonás tomó su bolso de dinero y se fue al puerto y compró un pasaje para Tarsis, lo que significaba ir en dirección opuesta a la voluntad de Dios. Y aún después de su experiencia dentro de una ballena, cuando finalmente fue a Nínive y les predicó y se arrepintieron, se sentó en las afueras de la ciudad excesivamente indignado y molesto por la misión que Dios le había encomendado, pues Jonás era un patriota de mentalidad estrecha que aborrecía a sus enemigos políticos y no podía entrar en su cabeza la idea de que Dios pudiera amarles.

Nuestro señor Jesucristo durante su vida y ministerio aquí en la tierra, siempre estaba a la disposición de todos. Fue amigo de ricos como José de Arimatea, alabó a la viuda pobre que dio todo lo que tenia  para el tesoro del templo, fue a  la casa de un fariseo, comió con un aborrecido publicano llamado Zaqueo sano al sirviente de un centurión  romano, se tomó el tiempo para hablar a una mujer de samaria para traerle salvación a ella y a toda la villa. 

En el libro “el progreso del peregrino” de Bunyan, en la escena cuando los peregrinos por fin llegan a la puerta de la ciudad celestial, cada hombre entregó el certificado que había recibido al principio de su peregrinaje,(cuando fueron salvos) los certificados fueron llevados al rey, quién los leyó y dijo: “abran la puerta para que puedan entrar” ¿que había en los certificados? ¿acaso cartas de recomendación, reconocimiento de educación superior, reconocimiento de riqueza, reconocimiento de pobreza, comprobante de raza, testimonio de la calidad de miembro de un grupo minoritario? ¡No, no y no! Lo que había en los certificados era la comprobación de su salvación que les fueron entregados en el momento en que aceptaron a Cristo como Salvador.  Llegaron a ser hechos hijos de Dios y fueron hechos nuevas criaturas en Cristo Jesús (Juan 1.12)

¡No haga acepción de personas, no hay recompensa en ello! ¿Es usted miembro de un grupo exclusivo? ¿Realmente vale la pena? Haga una lista de las razones por las que usted siente que hace discriminación de personas.  Contemple su lista por un rato a la luz del capítulo 2 de Santiago ¿no se siente un poco avergonzado? 🙏

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