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LA CELEBRACIÓN DE LA NOCHE BUENA

mar, 15 dic

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Misión Sembrar 🌻

Muchas personas definen la Navidad en términos de árboles con luces, tiendas, regalos, comidas y fiestas. Pero reflexionar acerca del milagro de la encarnación, podría hacer más significativa la Navidad para Usted y sus seres queridos.

Gracias por su atencion. Esperamos haya sido de bendicion para su vida.
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LA CELEBRACIÓN DE LA NOCHE BUENA
LA CELEBRACIÓN DE LA NOCHE BUENA

¡Sembrando la buena semilla!

15 de dic de 2020, 6:12 a. m. – 11:52 p. m.

Misión Sembrar 🌻

Acerca del devocional

“Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos”. (2 Corintios 8:9)

📌 Para aprovechar al máximo este devocional, lea (Lucas 2) Antes de leer, ore y pida al Espíritu Santo que le guíe a la verdad que se encuentra en este pasaje. Pero sobre todo, confíe en el Espíritu Santo. Él es el mejor Maestro.🕊

Si el nacimiento de Cristo fue anunciado con miles de años de anticipación, y luego comunicado por una hueste celestial en la noche de su llegada, ¿no consideraría usted este hecho sumamente importante? Sin embargo, para muchas personas, la Navidad es simplemente una temporada para hacer fiestas, decorar árboles y envolver regalos. Por supuesto, no hay nada de malo con hacer estas cosas —a menos que sustituyan el verdadero significado de la celebración.

La realidad, es que la Nochebuena es más que un simple acontecimiento histórico; es el cumplimiento de la promesa divina  dada a la humanidad que tuvo su origen mucho antes del nacimiento terrenal del Mesías. De hecho, Dios planeó este extraordinario acontecimiento desde antes de la fundación del mundo. Él sabía de antemano cada pormenor en cuanto al nacimiento, la vida y la muerte de su Hijo Unigénito. (1 Pedro 1.20). Cristo pagó la penalidad de nuestros pecados al ocupar nuestro lugar. Fue por medio de su sangre que nos reconcilió con Dios.

Y todo esto comenzó, en un rústico y humilde pesebre hecho a mano, algo que desde la perspectiva humana jamás debió haber sido la cuna del Salvador de este mundo, del Rey sobre todos los Reyes y Señor de Señores. Pero desde el punto de vista divino, ésta era la puerta perfecta hacia la vida eterna. “Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos”. (2 Corintios 8:9)

Si entendiéramos en realidad lo que sucedió aquella noche que Jesús nació, no titubearíamos en nuestra devoción a Cristo. El deseo de alcanzar las cosas terrenales palidecería frente al pensamiento de vivir cada día de nuestra vida a la luz del santo amor de Dios. Adoraríamos y serviríamos al Salvador con todo nuestro ser.

Nos abrumaría el hecho de saber que el Dios Todopoderoso, Creador del universo nos ama tanto, que a pesar de ser viles pecadores  envió a Su Hijo Jesucristo a este mundo caído por el pecado para vivir y morir por nosotros en la cruz del Calvario. La Biblia nos dice que, Cuando El Verbo de Dios se hizo carne, los cielos estallaron en cánticos de alabanzas y adoración al Señor: "¡Gloria a Dios en las alturas", cantaron los ángeles, "y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!" (Lucas 2:14). Y la reacción de los pastores, maravillados por lo que habían visto, fue de alabanzas a Dios, yendo de prisa al lugar de Su nacimiento. Sin este acontecimiento histórico, tampoco hubiera  sido posible la crucifixión, ni la resurrección gloriosa de Cristo y la humanidad viviría sin esperanza alguna.

Estoy plenamente convencido de que si advirtiéramos el propósito amoroso del Padre Celestial en la historia de Aquel infante acostado en un modesto y rustico  pesebre, destinado a la  cruenta cruz para redimirnos, caeríamos de rodillas delante de Él en total adoración y rendición.

Cada año, un sinnúmero de personas tiene la esperanza de que los festejos de Navidad suplan sus necesidades emocionales y físicas. Piensan que si adquieren los regalos perfectos, decoran hermosamente sus casas, y disfrutan de una armoniosa reunión familiar, podrán llenar el vacío de sus corazones. Pero eso nunca ocurrirá, a menos que le abran la puerta de su corazón  a Jesús. Él es el único que puede satisfacer verdaderamente un alma sedienta y necesitada.

Amado hermano en Cristo: En esta Navidad,  Cuando vea los regalos debajo del árbol de su casa, piense primeramente en el regalo de salvación y vida eterna que Dios le ha dado a Usted por medio de su Hijo Jesucristo. Y recuerde que la Navidad es la celebración del cumplimiento de la mayor  promesa Divina para Usted, para sus seres queridos, para el vecino, el compañero de trabajo, igualmente para mí, y para todos aquellos que quieran creer en el santo Hijo de Dios. Cristo mismo, es el mayor  regalo de valor incalculable lleno de perdón, salvación y vida eterna.

¡Feliz Navidad!🙏

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