.“Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.” (Santiago 1.12) 🕊

La tentación es algo con lo cual tenemos que lidiar cada día, no nos trae otra cosa  sino dolor, vergüenza y fracaso, nada bueno procede de ella, pero ¿porque es tan atractiva? El diccionario nos dice que tentar significa incitar o inducir a hacer algo necio o malvado, influir o persuadir por medio de un señuelo o cebo para hacer algo insensato o incorrecto; atraer mediante la presentación de la probabilidad una gratificación o ventaja a menudo, en dirección de lo que es equivocado o poco sabio, y Santiago habla de este asunto de la tentación muy ampliamente.

En la carta de Santiago 1:14 Reina Valera dice que, “cada uno es tentado cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido”. Santiago hace uso en este pasaje de una metáfora tomada de la pesca y de la caza.  La de “incitar” al animal  a salir de su escondrijo, o de seducir al pez con un cebo. Así que, “tomar el cebo” significa desastre. En cualquier caso,  sabemos que la tentación esta por todos lados y permanecerá aquí por mucho tiempo, mientras militemos en este cuerpo o envoltura temporal.

Santiago expresa que, en el momento que un hombre es tentado, no debe decir: “Dios está tentándome” porque Dios no puede ser tentado por el mal ni el tienta a nadie.(Santiago 1:13)  Surge entonces la pregunta: ¿entonces quién? ¿Y por qué?

Bueno, el asunto es que esa persona con la que usted se relaciona o acaba de conocer, esa circunstancia en su vida o esa idea persistente en su cabeza, se encontraron con un deseo inherente en su corazón que ha estado clamando todo el tiempo para que Usted le preste atención, y aun cuando sus pies puedan haber vacilado un poco, su mente y corazón corrieron velozmente al desastre y al fracaso.

Santiago dice que la tentación de un hombre se debe a la fuerza que en el ejercen sus deseos internos, los que pueden ser considerablemente atrayentes. El versículo 14 de la versión Reina Valera lo expresa de este modo: “sino que cada uno es tentado cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido” El nuevo testamento parafraseado dice que la tentación es la atracción que sobre el hombre ejercen sus malos pensamientos y sus malos deseos. Satanás nunca le presentara la tentación con una descripción detallada de la frustración, del desengaño, del fracaso, de la interrupción de la comunión intima con Dios, de las metas truncadas, del centro de rehabilitación de drogas, del embarazo no deseado o planeado, o de cualquier otra consecuencia desastrosa que fuese, más que el placer momentáneo y la idea de que, de algún modo, usted va librarse de la situación sin ocasionarse daño alguno.

En todo caso, la tentación sería ineficaz si no hubiese en nosotros algo a lo cual, ella pudiera apelar. Conocemos bien algunos de nuestros deseos carnales con los cuales batallamos y de otros, debemos admitirlo no estamos plenamente conscientes. Pero siempre están allí, como esperando en una estación de servicio abasteciéndose de combustible, listos para encender el motor para salir al exterior con tan sólo una gota de tentación.

Es de esta manera que nos convertimos en presa de nuestros propios deseos internos. Comienza con un sutil pensamiento y cuando se juega con el por largo tiempo, finalmente cedemos y lo llevamos a cabo. Si lo mantenemos suficiente tiempo en nuestra mente, es muy posible que cedamos, ¡es así de sencillo! pero la Biblia nos recuerda que el pecado como estilo de vida conduce finalmente a la destrucción. La Nueva Version internacional dice: "Luego, cuando el deseo ha concebido, engendra el pecado; y el pecado, una vez que ha sido consumado, da a luz la muerte." (Santiago 1:15)

Cualquiera que sea la tentación que Usted enfrente, Satanás hará lo posible para que usted no preste mucha atención a este asunto. Pero una razón por la cual usted no debe mirar con ligereza sus deseos e inclinaciones pecaminosas, es porque un pecado le llevara a otro, así como a lamentables consecuencias para Usted y sus seres queridos. Cuando usted hace de un pecado en particular un patrón de conducta, una vez que se arraigue  es sólo cuestión de tiempo antes que se convierta en un verdadero problema. ¿Existe acaso un medio de librarse de la tentación? ¡Por supuesto! Dios jamás le dejará sin una vía de escape. Podemos confiar que Dios no permitirá que suframos alguna tentación que esté más allá de nuestra capacidad de soportar. (1 Corintios 10:13)

Regresemos ahora el versículo 12 de Santiago 1, “Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.” Tal vez Usted se pregunte: "¿Cómo puede el creyente considerarse bienaventurado? ¿Por qué dijo eso Santiago? Desde luego, no lo pueden ser de acuerdo a la perspectiva del mundo, pero si desde el punto de vista de Dios. Al resistir la tentación, el creyente muere a sus deseos carnales y muestra que ama verdaderamente al Señor.  No todos demostraran ser genuinos cuando sean probados, fracasaran e intentaran culpar a otros, al entorno o a las circunstancias.  Pero  un cristiano verdadero se mantendrá fiel, saldrá aprobado y  victorioso de la tentación, debido a la influencia renovadora de la gracia divina en su vida diaria y por lo tanto, será un cristiano coronado. Después de todo, una vida que glorifica a Cristo agrada al Padre Celestial, impacta a un mundo perdido y en tinieblas, y a muchos en su círculo de influencia. ¿Es ese el deseo de su corazón cada vez que enfrenta una tentación?🙏