“Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. Si permaneciere la obra de alguno que sobreedifico, recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare el sufrirá perdida, si bien el mismo será salvo, aunque asi como por fuego.” (1 Corintios 3:12-15)

📌 Para aprovechar al máximo este devocional, lea  1 Corintios 3.9-15 Antes de leer, ore y pida al Espíritu Santo que le guíe a la verdad que se encuentra en este pasaje. Pero sobre todo, confíe en el Espíritu Santo. Él es el mejor maestro. 🕊

¿Ha pensado alguna vez en las recompensas que recibirá cuando llegue al cielo? ¿Qué nos espera en la eternidad?  Cuando nuestra vida terrenal termine y estemos ante la presencia del Señor “todos nosotros los creyentes debemos comparecer ante el tribunal de Cristo, para que cada uno sea recompensado por sus hechos estando en el cuerpo, de acuerdo con lo que hizo, sea bueno o sea malo” (2 Cor. 5:10). El pasaje bíblico de hoy lleva consigo un alentador mensaje para el creyente en cuanto a los galardones celestiales y a la vez, una muy necesaria exhortación respecto a las motivaciones que determinan nuestras acciones. Cuando se habla acerca de este tema, algunos creyentes  piensan que todos sus pecados serán exhibidos  en una pantalla gigante que todos los presentes podrán ver. Pero eso no es lo que dice la Biblia. Debemos recordar que nuestros pecados ya fueron juzgados en la cruz de nuestro Salvador y Señor Jesucristo (1 Pedro 2:24;), Por eso,  el apóstol Pablo escribió: “Ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús” (Ro 8.1). Así que, no somos salvos por obras  pero Dios las ha preparado de antemano para que anduviésemos en ellas (Efe. 2.8-10). Su deseo es que las hagamos para recompensar nuestra fiel obediencia.

En 2 Corintios 5.10  la voz traducida como “tribunal” es “bema”que significa -tarima a la que se sube por peldaños- Era un lugar honorífico y de autoridad donde se sentaba un dignatario. Los corintios lo habrían asociado con los juegos deportivos que tenían lugar en las afueras de la ciudad. Allí, el vencedor subía a una tarima para ser condecorado con una corona de laurel que le colocaba un ciudadano prominente. De manera similar, cada creyente subirá a la “bema” para recibir recompensas del propio Cristo según sus obras, fidelidad y servicio a Él.

También, el apóstol Pablo compara nuestra mayordomía en el Reino con el trabajo de un constructor. Señala que Cristo es el único cimiento sobre el cual debemos sobre edificar. Sin embargo, cada creyente es responsable de los materiales que utilizara para tal efecto. Según las escrituras, sobre edificamos con seis tipos diferentes de material: oro, plata, piedras preciosas, madera, heno y hojarasca. La obra de todo creyente será probada con fuego en el Tribunal de Cristo, en el cual, se revelara la calidad de los materiales que utilizamos. Si nuestras obras sobreviven a la prueba recibiremos recompensa (1 Corintios 3:14). Pero solamente las recibiremos  si edificamos con oro, plata, o piedras preciosas. En los versículos 13 y 14 leemos: " la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa." Cuando estemos en el cielo, Dios revelara las verdaderas motivaciones de la obra de cada creyente. En otras palabras, esta será la prueba que revelara la autenticidad de nuestro servicio a Cristo. ¡Todo lo que hagamos por amor a Cristo será recompensado!

Como ya hemos dicho, los tres primeros materiales (oro, plata y piedras preciosas) el fuego no podrá causarles ningún daño; Pero si consumirá o quemará al instante la madera, el heno y la hojarasca, los cuales terminaran convirtiéndose en una nube de humo. Podemos construir con madera, heno y hojarasca, o con oro, plata y piedras preciosas. ¿Conque material está sobre edificando usted? ¿Qué motiva sus acciones? Pregúntese si todo lo que hace para el Señor lo está haciendo con un corazón sincero y para la gloria de Dios. 

Es posible que usted no considere  esencial el asunto de las recompensas celestiales, pero debe recordar que todas sus acciones y palabras son muy importantes para Dios. Para que nuestras obras sobrevivan a la prueba del fuego ese día, debemos construir con materiales no inflamables. ¡Dios reprueba los esfuerzos encaminados a exaltarnos a nosotros mismos para llamar la atención,  las oportunidades desaprovechadas por la pereza y las cosas mal hechas! En el Tribunal de Cristo, seremos juzgados  no solo por nuestra mayordomía en el Reino, sino también por nuestras actitudes. Nuestro Padre Celestial espera que demos la milla extra para su gloria, y nos ha dado al Espíritu Santo para santificar las intenciones de nuestro corazón y le podamos dar la mejor calidad de servicio que Él desea y espera de nosotros.

Aunque el cielo está asegurado para los creyentes, nuestra manera de vivir en este mundo es muy importante. Algún día cuando estemos frente al Señor, muchos creyentes derramaremos lágrimas por las oportunidades de servir que descuidamos o por las cosas que  hicimos para nuestra gloria personal y de cuánto más pudimos haber hecho por el Señor y no lo hicimos. ¿Está usted edificando su vida sobre el único fundamento real y duradero? Una casa será sólida tanto como lo sean sus cimientos   ¿Es Jesucristo el fundamento de su vida, su razón de ser?  🙏