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ESTUDIO BIBLICO: ¡GOZO EN MEDIO DE LA ADVERSIDAD!

Actualizado: 17 ene 2018

Cuando la vida se pone difícil, auto compadecernos es lo mas fácil que podemos hacer. Pero, afortunadamente, la Biblia nos da la dirección que necesítanos para no permitir que las circunstancias nos detengan.

Desarrollo del tema:


Es posible que mientras Usted lee estas notas, haya circunstancias con las cuales este batallando, asuntos importantes que ocupan sus pensamientos: relaciones que necesitan atención; facturas que debe pagar; sueños, proyectos y metas sin alcanzar. La vida con frecuencia es tan dura que a veces parece más de lo que podemos soportar.



Las dificultades en la vida de Pablo

El apóstol Pablo debió haber tenido algunas veces la tentación de desanimarse. Por haber sido un hombre que enfrentó grandes dificultades y sufrimientos, sin embargo, hay algo que necesitamos aprender de el: Pablo no dejó que sus circunstancias dictaran su conducta, moldearan su actitud o controlaran su mente. Estando en la celda de una prisión, escribió estas palabras a los filipenses: "No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Filipenses 4:11-13


EL apóstol Pablo había aprendido a estar contento. No como resultado de circunstancias favorables.

Su contentamiento se había desarrollado en las adversidades. Consecuentemente, Usted y yo podemos aprender a vivir con ese mismo gozo sin importar lo que venga.

El apóstol Pablo vivía enfocado en la bondad de Dios.

En su carta a los Filipenses, el apóstol menciona a Cristo Jesús numerosas veces, pero habla de su encarcelamiento en apenas unos pocos versículos del primer capítulo. No hay ninguna queja, autocompasión o acusación al Señor. De hecho, la carta está llena de todo lo contrario, de regocijo. Aunque su vida pendía continuamente de un hilo, Pablo podía regocijarse porque confiaba en los planes de Dios para su futuro.

Sabía que la muerte lo llevaría de inmediato a la presencia de Cristo, y que la vida en la Tierra significaría más años de servicio fructífero. En cualquier caso, los planes de Dios para él eran buenos, aunque sus circunstancias no lo fueran. El secreto del contentamiento de Pablo era su firme creencia en la bondad del Señor para con él, el reconocimiento de su autoridad y señorío sobre su vida, y la confianza absoluta que tenía en cuanto a la voluntad de Dios.



A la mayoría de las personas les resulta difícil creer esta declaración, porque no aceptan que un Dios misericordioso pueda permitir que sucedan cosas malas. Pero cuando se trata de por qué el Señor permite el mal y las adversidades, es porque tiene propósitos y razones que pueden seguir siendo un misterio para nosotros. Lo que si sabemos con certeza, es que el Señor es bueno, y que al final su bondad se impondrá (Rom 8:28; Fil 2:13). “Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio”, escribió Pablo (Fil 1.12).


Una oportunidad para que Dios se glorifique.

Aunque la prisión parecía ser un obstáculo enorme que le impediría al apóstol servir al Señor, esto resultó ser todo lo contrario. Por ser un preso bajo arresto domiciliario, tenía la oportunidad para hablar de Jesús a quienes lo visitaban. Además, tenía siempre una audiencia cautiva, porque estaba encadenado todo el tiempo a un guardia romano (Hechos 28.16, 30, 31). Muy pronto, toda la guardia pretoriana había escuchado hablar de Pablo y de su encarcelamiento por causa de Cristo (Fil 1.13).


El mensaje del evangelio había llegado, incluso, al lugar más inesperado ¡a la casa de César (Fil. 4:22). Gracias a su arresto, Pablo se hizo visible a un auditorio que no habría tenido de otra manera. Confiar en el Señor en medio de circunstancias difíciles, es un testimonio no solamente para el mundo incrédulo, sino también para los demás cristianos. La prisión de Pablo inspiró a otros creyentes a confiar en Dios y a hablar con valentía su Palabra. (Fil.1:14).

¿Qué me dice de usted? ¿En quien pone su confianza cuando se presentan las circunstancias difíciles? ¿Está buscando continuamente una salida o un atajo fuera del consejo de Dios? ¿Se inquieta por la situación, hasta que cae en la desesperación? Otra opción es centrarse en uno mismo, caer en la autocompasión, o echar la culpa a otros incluso a Dios. Si usted está lidiando con situaciones angustiosas, es muy natural que esté inquieto. Pero el cristiano cuenta con el privilegio de tener un enfoque más elevado.


Cuando las circunstancias nos parezcan abrumadoras, lo mejor que podemos hacer es fijar los ojos en Cristo (Hebreos 12:2), y dejar al cuidado de Él, nuestras mentes y nuestros corazones.

Si le hemos confiado lo más importante —nuestra salvación eterna—, con toda seguridad podremos confiarle nuestras angustias pasajeras. A medida que cultivemos una relación intima con Dios, nos sera posible vivir con una sensación inquebrantable de gozo y confianza en el Señor, en lugar de dejarnos llevar por el desanimo cuando se presenten las tormentas de la vida.

En medio de las mas adversas circunstancias, la mirada de Pablo estaba puesta en el Señor, su deseo era “conocer a Cristo, experimentar el poder que se manifestó en su resurrección, participar en sus sufrimientos con gozo y llegar a ser semejante a él en su muerte” (Fil 3:10). Ninguna circunstancia negativa podría robarle ese anhelo. Por el contrario, su encarcelamiento estaba produciendo en Pablo lo que él más deseaba: una pasión cada vez mayor por Cristo.


Conclusión


La perspectiva correcta en cuanto a las circunstancias en que usted se encuentre, comienza con su manera de pensar. Una mente enfocada en Dios y en su Palabra, ve más allá de las dificultades temporales la mano de Dios en acción. Una vez que su mente esté enfocada en Él, su confianza en su soberanía y su fe se mantenga firme, no tendrá ningún problema para aceptar cualquier situación que Dios permita en su vida.

En realidad, el gozo imperturbable solo es posible cuando usted se rinda totalmente a Cristo. Entonces podrá descansar en El, aunque esté rodeado de calamidades, como lo estuvo Pablo, porque sabrá que el Señor le está sosteniendo en sus manos amorosas, actuando para que todo resulte para bien suyo.

Un sincero: ¡Dios le bendiga!



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